Guerra Civil Española

Descripción

La Guerra Civil Española es el último de los enfrentamientos armados que se han dado entre españoles, que se encuentra entre los años 1936 y 1939; más concretamente entre el 18 de julio de 1936, aunque el primer golpe fue el 17 de julio por la tarde en Melilla, Protectorado de Marruecos, encabezado por el General Juan Yagüe por miedo a que el gobierno de la República destapara el golpe; y que terminó el 1 de abril de 1939 a raíz del último parte de guerra que emitió el Cuartel General del Estado Mayor de Burgos, en el que anunciaban que el ejército sublevado había vencido al bando republicano.

Fue una guerra muy lenta. Muchos historiadores aseguran que fue una guerra que se podría haber completado en pocos meses, pero fue alargada hasta la extenuación y la devastación completa del país, para así de esta forma, comenzar a construir un país nuevo sobre unos cimientos nuevos. Pero el transcurso del tiempo ya demostró que esta idea primigenia franquista, al final fue una quimera, ya que los hechos acontecidos en el pasado hicieron que el régimen tuviera que recular en alguna de sus aspiraciones, además de que estuvo siempre en la necesidad de pedir ayudas internacionales, las cuales sustentaron al régimen.

La Guerra Civil, eso sí, se ha demostrado que más que un conflicto únicamente a nivel español, fue una guerra en la que se enfrentaban ideologías que más tarde se enfrentarían en la Segunda Guerra Mundial, usando España como su campo de pruebas para un futurible conflicto que al final sí se dio escasos meses de haber concluido la Guerra de España, como llamaban las potencias internacionales al conflicto en España. Una rápida ofensiva de los sublevados y una falta de recursos rápidos por parte del gobierno republicano, fue lo que acabó dando la victoria a los militares que estaban en contra de los desmanes que decían que hacía la República.

Lo que llevó a que se iniciara el Golpe de Estado (más adelante apodado como el ‘Alzamiento Nacional’) fue el asesinato mediante los llamados ‘paseos’ (dar muerte a una persona a espaldas de un juicio que determinara su condena a la pena capital) al líder de Renovación Española (partido conservador monárquico), José Calvo Sotelo, puesto que su objetivo principal, José María Gil-Robles, presidente de la ‘Confederación Española de Derechas Autónomas – CEDA’ (partido conservador republicano) no estaba en su casa, y por ende, no lo pudieron localizar para ejecutarle, cosa que con Calvo Sotelo sí pudieron hacerlo; de ahí que haría que, junto a José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange Española (partido conservador totalitario), posteriormente ejecutado en una prisión de Albacete; fueran ambos reconocidos ‘mártires’ por la causa franquista. Este hecho haría que un golpe programado para más adelante, se acabara acelerando para el 18 de julio por la mañana, aunque por unas supuestas filtraciones que se habían hecho al gobierno republicano, acabaron adelantándolo para el 17 de julio, a las 17:00, cuando el General Juan Yagüe se hizo con la gobernación del Protectorado de Marruecos.

La idea principal no era una guerra. El plan inicial marcado por Emilio Mola era que el 18 de julio, en varios lugares de la geografía española se hubieran dado muchos golpes a los edificios del gobierno, echar al gobierno de turno, y crear un gobierno, en principio encabezado por el General José Sanjurjo (general que en 1932 había organizado otro Golpe de Estado, también fallido, contra la República llamado ‘La Sanjurjada’), para una posterior restauración monárquica. Pero el plan inicial acabó siendo imposible de llevarse a cabo por dos razones: la primera es porque el líder de la causa, el General Sanjurjo, murió en un accidente de avión el 20 de julio de 1936 en Estoril, Portugal, a la vuelta de su exilio; ya que la avioneta en la que viajaba no pudo alzar el vuelo y se estrelló. Algunos acarrean este hecho a que se dice que la avioneta no alzó el vuelto por la cantidad de equipaje que llevaba el General, que mayormente eran sus trofeos y medallas militares. Y la segunda razón fue que, al haber hecho el golpe de una forma muy descontrolada e improvisada, no contaron con que en algunos frentes no se pudiera dar el ‘Alzamiento’ con éxito, provocando problemas en el resto del país.

Estos hechos tan inesperados, como el ‘Alzamiento Nacional’ de los días 18, 19 y 20 de julio de 1936, básicamente en Sevilla, Barcelona, Madrid y Pamplona (los sitios más destacados; aunque en cada capital de provincia española se dio un Golpe de Estado), hicieron que más adelante hiciera falta proponer un nuevo líder para encabezar el ‘Alzamiento Nacional’. Así que en Burgos, capital de facto de los sublevados por la cantidad de adeptos a la causa sublevada, como dijo la Condesa de Vallellano: «Hasta las piedras son Nacionales»; crearon la llamada ‘Junta de Defensa Nacional’ que, por estrecha mayoría, acabo dando el título de ‘Generalísimo de los Ejércitos’ al por aquel entonces el General más joven de Europa tras Napoleón Bonaparte, y aún siendo el último en aceptar unirse al Golpe: Francisco Franco Bahamonde. El único que se opuso abiertamente a su elección fue el General Miguel Cabanellas, que advirtió que Franco no era la persona adecuada para encabezar la Guerra, ya que de tanta ambición que tenía, iba luego a perpetuarse en el poder; pero nadie le hizo caso.

La decisión de la Junta de Defensa Nacional fue anunciada el 30 de septiembre de 1939, y el 1 de octubre, al día siguiente, Franco fue recibido en Burgos como Jefe de Estado y toda la ciudad estuvo de fiesta durante ese día, celebrando la toma de poder del nuevo ‘Caudillo de España’. En la otra España, no había tanta alegría. El fallido Golpe de Estado y su posterior guerra hizo que el que era por aquel entonces Presidente del Consejo de Ministros, Santiago Casares Quiroga, anunciara su dimisión del cargo, poniendo de Presidente a Diego Martínez Barrio, volviendo a dimitir a las 12 horas de haber sido elegido por falta de consenso. Finalmente quien logró recabar apoyos fue José Giral, el cual hizo 3 grandes hazañas para intentar frenar el avance de los sublevados: Disolver el ejército por falta de confianza en los mandos que había, repartir armamento entre los sindicatos y la población civil; y pedir ayuda militar a las potencias extranjeras. Las dos primeras medidas fueron ejecutadas satisfactoriamente, pero las potencias europeas anunciaron lo que para muchos fue la condena de la República: Reino Unido y Francia crearon el ‘Comité de No Intervención a ninguno de los dos beligerantes de la Guerra de España’ (más conocido como Comité de Londres), por el cual todos los países europeos acordaban no intervenir en dar armamento o apoyo a ninguno de los dos bandos; aunque la realidad fue que la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini y el Portugal de Salazar se saltaron sin miramientos la medida para dar apoyo al Bando Nacional, al igual que más tarde lo haría la Unión Soviética de Stalin al Bando Republicano.

Pero la Guerra Civil estaba lejos de haberse acabado allí. Aunque la Guerra, desde la Batalla del Ebro, fue claramente victoria tras victoria del bando ‘Nacional’, todavía quedaba un resquicio de la resistencia republicana, en zonas rurales y sobre todo de alta montaña, donde campesinos vivían de espaldas a la justicia franquista y a la policía, haciendo incursiones a los pueblos para, supuestamente, acabar con el régimen. El hecho más notorio que hicieron estos colectivos, llamados ‘maquis’, fue la conquista de Navarra, aunque rápidamente desalojada; y la más fuerte fue la llamada ‘Invasión de la Val d’Aran’ del 19 de octubre de 1944 hasta el 24 de octubre del mismo año, en la que soldados del PCE, ‘Partido Comunista Español’, que estaban en el exilio en Francia, entraron por el departamento francés de la Haute-Garonne a España por el Valle de Arán (el más fácil de acceder por Francia ya que es el único valle pirenaico español con vertiente hacia el norte, sin la necesidad de atravesar puertos de montaña) el 19 de octubre; pero rápidamente el ejército bajo el mando del General José Moscardó, supo neutralizar con una gran gesta de artillería a los ‘maquis’ encabezados por Santiago Carrillo, presidente del PCE, en la salida del Túnel de Vielha que comunica con Aragón; además de otro regimiento entró por la entrada al Valle del ‘Port de la Bonaigua’ que da al llamado ‘Naut Aran – Alto Arán’; obligando a los maquis retroceder y volver a suelo francés el 24 de octubre.