Las grandes voces femeninas del Jazz
1. Billie Holiday
El 7 de abril de 1915 en Filadelfia, Estados Unidos, nació Eleanora Fagan. Sus padres eran Sadie Fagan y Clarence Holiday. Eleanora era fruto de un amor juvenil, su madre tenía 13 años cuando nació y su padre 15. Éste último, nunca ejerció como buen padre pues abandonó a Eleanora cuando aún era un bebé. Su madre, demasiado joven para tener una hija a su cargo, también la dejaba en ocasiones al cuidado de otras personas.
La infancia de Eleanora no fue fácil, pues sufrió abusos. Cuando tenía 10 años ingresó en un colegio católico del que escapó. En 1927 Eleanora se mudó a vivir a Nueva York, allí trabajó en ayudando a su madre en trabajos domésticos. Pero también ejerció la prostitución.
A principios de la década de los años 30, Eleanora ya comenzaba a cantar en clubs de la ciudad. Tampoco era fácil cantar en los clubs de Nueva York en aquella época. Pues, mientras era aclamada por su voz, al apagarse los focos no podía hablar con el público blanco que había ido a oírla. Cobraba menos que sus compañeros y debía entrar por la puerta trasera del local. El 27 de noviembre de 1933 debutó con la canción «Your mother’s son in law», junto al grupo dirigido por Benny Goodman.
Las grandes voces femeninas del Jazz, Billie Holiday
Tal vez el gusanillo de la música y en concreto del jazz, le venía por vía paterna. Pues, su padre era guitarrista en un grupo de jazz. Al comenzar en el mundo artístico Eleanora se cambió el nombre, a partir de ahora sería Billie Holiday. Billie cantó al lado de grandes artistas del mundo de jazz y se la consideró una de las cantantes más reputadas. Pero los éxitos que cosechaba en el escenario, nada tenían que ver con su vida privada. Holiday, tuvo turbulentas relaciones amorosas, algunos hombres la llegaron a maltratar.
Además, era adicta a la heroína y al alcohol, esto repercute en su voz. Ya que su voz sensual y carismática, se vuelve más ronca. En 1954 realiza un gira por Europa. Billie, tuvo bastantes problemas con la justicia, pues fue acusada por posesión de narcóticos en varias ocasiones. Teniendo que acudir a juicios y estando temporadas en la cárcel. Por si fuera poco fue víctima de una estafa y falleció el 17 de julio de 1957 en Nueva York a consecuencia de una cirrosis y con tan sólo 70 centavos en su cuenta bancaria. Se apagaba así la persona, pero no su voz, considerada una de las mejores de la Historia del Jazz.