31 Julio 1826 Cayetano Ripoll se convierte en el último condenado a muerte de la Inquisición Española

31 Julio 1826 Cayetano Ripoll se convierte en el último condenado a muerte de la Inquisición Española. En el año 1778 en Solsona, Lérida, nació Cayetano Ripoll.

Antes de continuar con la historia que hoy nos ocupa, hagamos un paréntesis. En 1808 Napoleón suprimió el Tribunal de la Inquisición y esa decisión fue ratificada por las Cortes de Cádiz en 1813. Aunque en 1814 Fernando VII volvió a restaurarla, pero ante las presiones tuvo que suprimirla en 1820. Por lo que desde ese año, quedó abolida. Entonces, ¿por qué hablamos en 1826 del último condenado de la Inquisición, si ya no existía? Pues bien, en 1823 tuvo lugar la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis, cuando éstos llegaron a España para devolver los poderes absolutistas a Fernando VII. El monarca no se atrevió a instaurar de nuevo el Tribunal de la Inquisición. Y por ello, a nivel local se crearon en algunos lugares las Juntas de Fe. Éstas a fin de cuentas, venían a ser lo mismo.

31 Julio 1826 Cayetano Ripoll se convierte en el último condenado a muerte de la Inquisición Española, fue ahorcado

Una vez, realizado este paréntesis explicativo, retomemos la historia de Cayetano. Estudió en el colegio de los escolapios de su ciudad natal. Cuando estalló la Guerra de Independencia Española, luchó contra las franceses. Pero en 1810 fue hecho prisionero y llevado a Francia.

Durante su estancia allí, se relacionó con mucha gente de mente liberal y abrazó la idea del deísmo. Según esta tendencia, se creía en Dios, pero sin practicar los ritos de ninguna religión. A su regreso a España, obtuvo el puesto de maestro en la localidad de Ruzafa, Valencia. Algunos de los habitantes del pueblo, le denunciaron al arzobispado por no seguir las tradiciones de la iglesia, a pesar de ser una buena persona. En 1824 fue detenido y permaneció en la cárcel 2 años, durante su estancia se intentó que cambiara su actitud pero fue en vano. Finalmente, la Junta de Fe de Valencia le condenó a muerte. Cayetano no tuvo abogado y no se le informó de los delitos por los que se le acusaba.

La Junta de Fe, entregó al reo a la justicia ordinaria y ésta ratifico y ejecutó la condena el 31 de julio de 1826. Cayetano fue ahorcado y después su cadáver fue metido en un barril con llamas pintadas. El barril fue tirado al río y su cuerpo enterrado fuera del cementerio.

Cayetano Ripoll