Amantes influyentes de la Historia
4. Lola Montez
El 17 de febrero de 1821, nació en Grange, condado de Sligo, en Irlanda, Marie Dolores Eliza Rossana Gilbert. Era hija del matrimonio formado por Edward Gilbert y Eliza Oliver.
Como su padre era militar en 1823, la familia se traslada a la India, al destinar allí al padre. Pero poco tiempo después, éste muere de cólera. Su madre, contrae segundas nupcias y Lola es enviada a Escocia. El temperamento de Lola, siempre causó dolores de cabeza a los encargados de su educación.
Amantes influyentes de la Historia, Lola Montez
En 1837, se casó con el teniente Thomas James, Lola sólo tenía 16 años, y la pareja duró 5 años. En Calcuta, se convierte en bailarina con el seudónimo de «Lola Montez, la bailarina española». Pero, el ser la ex pareja del teniente James no la ayuda. y finalmente, Lola, acaba comenzando un devenir por varias capitales europeas. Donde se convierte en amante de varios hombres.
En 1846 se halla en Munich, el dueño del teatro donde trabajaba la despide. Y la brava Lola, no tiene reparos en personarse en Palacio para quejarse ante el rey. A la salida del palacio, Lola no sólo había conseguido trabajo en el mejor teatro de Munich. También, se acababa de convertir en la amante de Luis I de Baviera. A partir, de aquel momento, el carácter despótico y la altivez de Lola, fueron en aumento. Y se obsesión será conseguir un título nobiliario.
En 1847 se convierte en condesa de Landsfeld. Su relación con el monarca y la influencia que ejercía sobre éste, hicieron que el monarca, no gozara del cariño del pueblo. Y en 1848, tuvo que abdicar y Lola huir del país. Ese mismo año, regresó a Inglaterra y contrajo segundas nupcias con George Trafford Heald. Pero acusada de bigamia, pues según su divorció no podía contraer matrimonio, hasta la muerte de su primer marido. La pareja huye a Francia y España. Después de dos años, el matrimonio fracasa y Lola se muda a Estados Unidos.
Allí contrae terceras nupcias con el periodista Patrick Hull. Y la pareja se traslada a Grass Valley en California. Éste, también fue un matrimonio fugaz. Y Lola abre con éxito un saloon. Sus últimos años de vida, los pasó vagabundeando por la calles de Nueva York. Donde murió en 1861, a causa de una neumonía, tenía 39 años y ninguno de sus dos hijos reclamó su cuerpo. Por lo que está enterrada en Nueva York.
Lola Montez