Beltrán de la Cueva el supuesto padre de la hija de Enrique IV de Castilla
Beltrán de la Cueva el supuesto padre de la hija de Enrique IV de Castilla. Alrededor del año 1435, en Úbeda, Jaén, nació Beltrán de la Cueva. Era hijo del matrimonio formado por Diego Fernández de la Cueva y Mayor Alfonso de Mercado.
Su padre, persona influyente, movió sus hilos para que su hijo pudiera servir en la Corte. Así, Beltrán fue admitido como paje. Y sus buenos servicios hicieron que pudiera ascender rápidamente en la Corte. Pues, un año después de su ingreso, se convirtió en Señor de Jimena. No quedó aquí su ascenso, su relación con el rey cada vez era más estrecha. Éste cada vez depositaba más confianza en Beltrán. Por lo que llegó a ocupar cargos como maestresala, se le confirió la tenencia del Castillo de Ágreda. También la Fortaleza de Carmona, entre otros cargos.
Beltrán de la Cueva el supuesto padre de la hija de Enrique IV de Castilla, a la que apodaron Juana la Beltraneja
Hasta que, finalmente, logró ocupar un asiento en el Consejo del rey, convirtiéndose en el hombre de confianza de Enrique IV de Castilla, era el año 1461. A partir de ese momento, los títulos y las posesiones de Beltrán fueron en aumento. En 1462 contrajo matrimonio con Mencía de Mendoza y Luna. Fruto de este matrimonio nacieron 6 hijos. Como colofón en 1464 se le dio el Maestrazgo de Santiago.
La cercanía con el monarca y su ascensión en la Corte, pronto dieron lugar a la rumorología popular. Se comenzó a insinuar que Beltrán era el verdadero padre de la hija del rey. Fruto de los amoríos de éste con la reina. Además, la pareja regia había tardado varios años en tener descendencia. Y para más inri, Enrique IV era apodado el “impotente” porque de su primer matrimonio no hubo descendencia. Por lo que a la heredera al trono comenzaron a llamarla Juana la “Beltraneja”.
Ante tales rumores, finalmente, Enrique IV tuvo que hacer caso a los nobles y cesar a Beltrán de sus cargos y apartarlo de la Corte, en 1464. Aunque en 1465, Beltrán siempre fiel al rey se volvió a poner a su servicio. Primero para luchar contra los que pretendían destronar a Enrique y sentar en el trono a su hermano Alfonso. Y después, cuando a la muerte de Alfonso, declararon heredera a su hermana Isabel, más tarde, la reina Católica.
En 1474, tras la muerte de Enrique IV, comenzó una guerra de sucesión en Castilla entre Isabel y Juana. Beltrán no tomó nunca partido por la Infanta Juana. En 1476 volvió a contraer matrimonio con Mencía Enríquez de Toledo. Fruto de esta unión nació un hijo. En 1482, volvió a contraer matrimonio, esta vez, con María de Velasco y Mendoza. Fruto de esta unión nacieron dos hijos. El 1 de noviembre de 1492, Beltrán de la Cueva falleció en su Castillo de Cuéllar (Segovia).