Los 5 Emperadores Buenos del Imperio Romano
1. Nerva
Alrededor del año 30 nació en Narni, cerca de Roma, Marco Coceyo Nerva. Procedía de una familia noble de Italia. Era hijo del matrimonio formado por Marco Coceyo Nerva y Sergia Plautilla.
Tras una intensa vida política, el 18 de septiembre del año 96 fue proclamado emperador. Su proclamación se produjo el mismo día en el que Domiciano fue asesinado, después de que algunos oficiales de la corte, llevasen a cabo una conspiración en su contra.
Los cinco Emperadores Buenos del Imperio Romano, Nerva
La subida al trono de Nerva, supuso una bocanada de aire para los senadores. Ya que, el mandato de Domiciano había sido muy tirano y se caracterizó por las persecuciones. Nerva, ya mayor y sin hijos cuando ascendió al poder, no quería que el pueblo cayese en la anarquía y el desorden.
Así que, durante su reinado el nuevo emperador acabó con las persecuciones de su antecesor. Puso en libertad a muchos de los senadores apresados y concedió amnistías a muchos de los exiliados durante el reinado de Vespasiano. Para aumentar el dinero de las arcas públicas, ordenó fundir todas las estatuas de oro y plata de Domiciano. Y, además, prohibió que se realizasen estatuas de él, con estos materiales.
Nerva se convirtió en un emperador bastante benevolente, pues por ejemplo, se negó a ejecutar a los asesinos de Domiciano. Y esto generó un malestar popular, que derivó en una conspiración liderada por Calpurnio Craso. Aunque ésta, no llegó a buen puerto. El 1 de enero del año 98 Nerva falleció y le sucedió su hijo adoptivo Trajano. Debido al poco tiempo que permaneció en el poder, no existen muchas construcciones arquitectónicas ordenadas por él.